Una lucha constante con el alcohol y pensamientos suicidas que la llevan al límite. ¿Qué podría ser peor que eso? A menos que una llamada telefónica de un mafioso local sea un recordatorio de la deuda. Bill Cassell ha rescatado al ex guardia Jack Taylor dos veces y está pidiendo un favor a cambio. El detective debe localizar a la mujer, quizás ahora muerta o muy anciana, que ayudó a la madre de Bill a escapar del notorio St. Magdalene Asylum hace muchos años. Jack no tiene mucha fe en el éxito de la búsqueda y simultáneamente emprende un nuevo negocio. Sin embargo, los matones de Cassell saben cómo "persuadir". Y ahora Taylor lo entiende claramente: su única oportunidad de seguir con vida es encontrar a esta mujer lo antes posible.
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